Es un tratamiento que consiste en aplicar ondas de presión radiales de manera que se provoca, en el tejido dañado, un traumatismo voluntario, controlado e invisible desde el exterior. De esta manera se inician procesos de curación, se activan el riego sanguíneo y la vascularización, lo cual lleva a la generación de nuevos tejidos y la desaparición del dolor de forma definitiva (alto porcentaje de eficacia).
Por todo ello las ondas de choque son una solución NO invasiva y una alternativa real a una intervención quirúrgica.
¿Cómo se aplica?
Antes de aplicar un tratamiento, realizamos una valoración completa de cada uno de nuestros pacientes, siguiendo el método de intervención de fisioterapia (entrevista, examen físico y pruebas complementarias).
Se realizan de 3 a 5 sesiones con un descanso de 7 a 10 días entre cada aplicación y una duración no superior a 30 minutos por sesión.
